miércoles, 26 de enero de 2011

Karma System Work In Progress

Leo en 20minutos un post del taxista hablando de los celos bastardos, me siento identificado. Es doloroso perder la confianza en alguien y más cuando no hay razones para ello. La navaja de Ockham no siempre es efectiva y buscar cinco cosas buenas por día no ayuda cuando sólo puedes ver manos y labios donde no debería haberlos.

No quiero ser malinterpretado, no soy ningún paranoico ni un obsesivo posesivo, cometí hace mucho tiempo el error de dejarme llevar por los celos y la imaginación y aunque nunca lo reconocí pagué un precio excesivo para lo que descubrí. Aún hoy en día no tengo muy claro que pasó o no, pero ya no importa, es agua pasada y no merece la pena empañar una parte de mi vida con sentimientos negativos. Lo que me ocupa ahora es más importante, tanto como saber que has descubierto al complemento ideal de tu vida, la persona que quieres a tu lado sí o sí.

Ahí es donde enraízan los celos, en el miedo a perder aquello que tanto te gusta y que sabes que no puedes retener a tu lado. El miedo es la base y la inseguridad el abono perfecto para que crezca una preciosa planta recubierta de espinas emponzoñadas con veneno a base de mentiras, imágenes que pasan por tu mente en las que ves a tu ser querido en manos de otra persona y lo sientes, sientes el dolor punzante de la traición, de los sentimientos rotos, la impotencia de no poder competir con fantasmas que no existen (salvo en tu mente), la frustración de no saber sobreponerte a tus propias carencias y sobre todo la certeza (incierta) de que la persona que está a tu lado te engaña. Pero no son más que eso, mentiras creadas por tu cerebro para no tener que afrontar que en realidad no sabes valorarte, para no reconocer que en realidad el que está fallando, engañándose o no cumpliendo las expectativas eres tú.

Nuestro cerebro es listo, mucho más que nosotros, tanto que no nos muestra la realidad como es sino como nuestro "consciente" será capaz de abordarla y entenderla. "Que la realidad no estropee una gran noticia", eso mismo hace el cerebro, interpreta la realidad de manera que podamos sobrevivir. Pero hasta eso se puede evitar, se puede parar. Yo lo he conseguido (una vez más), me ha costado mucho pero he logrado hacer ver a mi cerebro que no me ataque por ahí porque cuando estoy cansado se harta de enviarme señales de fracaso, de engaño, de mentiras... y yo le digo ¡no!. Todo eso no es cierto, lo haces porque estoy cansado, porque tengo las defensas psicológicas bajas, porque sabes que me duele, porque siendo una parte de mi sabes que ahí es por donde más daño me puedes hacer.

Teoría del erizo, cuanto más cerca tienes a alguien más daño puede hacerte. ¿Qué no podrá hacer tu propio subconsciente que te conoce mejor que nadie?. Cabrón. Aún hay días que lo consigue, aún hay veces que me llegan retazos de dolor y de angustia, pero los suprimo. Cada vez se me da mejor, es cuestión de práctica, pero siempre dejan un rastro de tristeza y de dolor que me sume en el silencio. Poco a poco, conseguiré evitar incluso eso, pero cuesta mucho. Tenerte a mi lado ayuda, menos mal que estás ahí ¡gracias!